jueves, 16 de agosto de 2012

Setenta y cinco, uno, uno, uno, uno

El NDI no está bien. Todos sabemos (y digo "todos" sin hacer la exclusión de credo y raza que llevó por el buen camino a la Humanidad) que el NDI es un llamado constante al debate sobre la eutanasia.
¡Per no os desespereis! Para darle un poco de vida, o al menos un poco de voltaje extra al respirador artificial, vamos a leer ¡UN UPDATE! y para que éste tenga el multinacional sabor de Alfajores KrafEJEHM... Terrabusi INDUSTRIARGENTINA, vamos a comenzar una nueva saga.
Sí, se acordarán, lectores imaginarios, de la Odisea del Cotton. Bueno, aquí comienza otro
Elige tu propia aventura democrático. El sistema es simple: alguien escribe un capítulo, propone algunas continuaciones, las multitumbres que colapsan los servidores, llenan los cybers y hacen saltar la banca del Casino para leernos votan su final preferido y... ¡Voilà! El siguiente capítulo tiene tema y estará en su pantalla en un par de semanas... O meses.
Ya sé que el tema lo permite, pero por favor no le quitemos coherencia con paradojas y personajes que desaparecen o se duplican. Si así resulta, me voy a deprimir tanto como este muchacho. Saludos deliranoides. ¡MUUU!


Ya te vas a dar cuenta cómo te mentí diez renglones más arriba


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El objeto brillaba en la oscuridad mientras toda mi intriga y atención se posaban en su fulgor verdoso. El remisero me miraba por el espejito y seguramente me hablaba de algo... Digamos que de algo normal y posible, como del estado de las calles o de la tormenta que acababa de pasar, pues algo posible merece como condimento la increible revelación que haré en este relato. Una vez más junté coraje para hacer La Pregunta, pero una vez más junté menos del suficiente. Muchos viajes en remisse me habían significado el mismo suplicio, el mismo dilema que dejaba de parecer eterno recién cuando el tipo largaba un precio (un excesivo precio) en la puerta de mi casa. El objeto se movía con la rapidez del auto, con la rapidez del chofer y con la rapidez mía, mientras media realidad se acercaba hacia nosotros y media realidad quedaba atrás. Sin embargo, en cada viaje el objeto parecía estar quieto con respecto a algo. Lo miré de vuelta. Sus inscripciones parecían sonar en mi mente, con una voz cadavérica.

-¿Zona Futura?- dijo la voz, que se disipó al llegar a mi oído real la voz del remisero.
-Ahora estos los van a cambiar, van a poner GPS, ¿vio? Asi si andamo medio desorientados podemo saber la altura, las calles, todo, ¿vio?

La pregunta estaba servida. Iba a hacerla, pero no me dio el cuero y dije, por decir algo.

-¿Y el oficio? Otra vez, la máquina embrutecedora que reemplaza al hombre bobo. Ahora pueden tener más Nada en su cerebro.

Ahi me di cuenta que el remisero estaba desorientado, ergo, un poco ofendido. Había dejado pasar la oportunidad de hacer La Pregunta, pero el silencio incómodo de 15 cuadras me dio algo de coraje. La iba a hacer, como la pensé siempre. Textualmente.

-Y... ¿Para qué sirve el coso ese?- dije con un hilo de voz.
-¿Esto? Un aparato de eso satelitale, ¿vio? Ahora parece que los van a cambiar parece. Se lo venden a Pasocar. Quieren poner de esos que te dicen la calle, la altura, todo.
-Pero, el que está ahí, ¿si no es un GPS para qué sirve?- mi ansiedad por conocer la Verdad me llevaba al borde de un ataque de nervios. Yo intuía alguna importancia cósmica en el aparato.
-Eso le sirve a la empresa para saber donde estamo pero a nosotro no no sirve. Hay un solo loco que no quiere que lo cambien por el ma nuevo. Uno solo
-¿Y qué quiere el tipo ese? ¿Por qué habría de criticar el Progreso?- pregunté tratando de recabar información. El tipo se pasó mi casa de largo.
-Un crestiano de barrio Villa Primera, creo. Maneja un remí verde manzana. El único Fia Siena verde manzana da la ciudá
-Ahá, ehm... bueno, me bajo acá- el tipo clavó los frenos toscamente.
-¿Dónde?
-Acá nomás, por el baldío. Cuánto le debo
-Diecisiete

Le di veinte, dije gracias, guarde el cambio y buenas noches y me alejé caminando. Ese Siena verde manzana...

Al día siguiente la calle se presentaba intransitable por el barro. Es una risa, pensé. Si vas al centro está todo lavadito con la lluvia, y acá es un asco el barrial que se hace ¡Qué barbaridá! Con la cabeza llena de preguntas caminé hacia la parada del 43, este bondi era lo más Místico que conocía hasta entonces.

Al llegar a la parada, un tipo me miró de reojo.

-¿Petardo Maracaná?- Lo miré asustado
-Soy yo..
-¿Te creés capaz?
-No entiendo- estaba a punto de echarme a correr
-Ya sé que no entendés, pero no quiero perder el tiempo con un gil.  Respondeme con sinceridad.

Inmediatamente entendí de dónde había salido este tipo, ¿pero cómo?

-Me creo capaz, o al menos me interesa bastante... ¿Vos no vivís por Villa Primera?
-Vamos

Ese fue mi primer encuentro con Rómulo, el dueño del Siena verde manzana.

La casa de Rómulo se presentaba desprolija y sucia. Había cacharros viejos por todos lados y algunos mapas que no parecían de este mundo. En una pantallita vi algo que me dejó helado.

"Encontrar a Petardo Maracaná, 14:35, parada del 43"

-¿Qué pasa acá?
-Puse un detector de Elegidos en cada parada del 43. Como el 41 se la come, pensé que un verdadero Mesías se tenía que tomar el 43 y nada más.
-Pará, no quiero que esta saga se convierta en una mierda cliché de Elegidos y paradojas... Paradoha.
-Te cabe porque el tema da para eso, el andamiaje de la saga ya está hecho... Andamiahe.
-Bueno, explicame más.
-Bien, básicamente, lo que tenés que saber es que los aparatitos de los remisses tienen un portal interdimensional. Como sabés, el universo es algo complicado, casi indescifrable. Todo se mueve. El movimiento es relativo, vos estás quieto, pero te estás moviendo a una velocidad descomunal junto con el planeta, por ejemplo. Bueno, para activar estos portales tenés que lograr que el aparato del remís quede quieto, quieto de verdad. Contrarrestar ese movimiento, en sentido contrario y a la misma rapidez. Lograr que el aparatito quede quieto con respecto al centro de masas del Universo.
-Guau, yo sabía que había algo groso acá ¿Para qué nos puede servir, además de para ser turistas de agujeros negros?
-Lo que podés hacer con ellos... Es lo que tenés que entender. Yo descubrí el propósito de estos aparatos luego de varios viajes, pero estoy viejo para llevar a cabo la misión. Es complejo. Yo no puedo decírtelo. Yo ya estoy condenado a ser el único mortal que no puede cumplir la misión. Jamás seré un viajero del tiempo, puedo llevarte y traerte, pero no puedo hacer nada que influya en Los Hechos. Estoy condenado a ser un TACHERO del tiempo.

No me importó en lo más mínimo ¿qué misión ni misión? Tenía en mis manos algo espectacular. Si mi gato puede jugar con los cables del teléfono sin saber para qué se usa un teléfono, ¿por qué no podía yo hacer turismo interdimensional?. Eso pensaba. Eso creía...

Comencé a revisar la casa en busca de pistas. Rómulo vagaba por el living moviendo la cabeza como un muñequito de luneta. Era, luego supe, un tic muy recurrente, pero sólo cuando estaba en el living. No encontré nada llamativo en los muchos estantes abarrotados de objetos ínfimos, ni entre los libros. Ni siquiera el enorme póster de Norbert Degoas me decía algo.



Muñeco de luneta 


Rómulo me había advertido de la imposibilidad de compartir su sabiduría conmigo. Él, un simple (¿simple?) chofer por culpa de algún infortunio cósmico, me había introducido a una misión enorme que no podía darme a conocer, me había llamado Elegido y me había encontrado con un detector que Dios sabe como funciona.




-¿Cómo funcionan esos detectores?
-Ni idea- dijo quitándole importancia-. En una wiki perdida encontré el plano y los armé. Se hacen con redstone...
-Me caés bien.
-Me alegro. Me vas a tener que soportar desde el asiento de atrás.
-Tirame un norte. ¿Cómo que no me podés decir para qué misión me estás reclutando?
-Y... Eso dije antes de que te pusieras a pensar que deducirlo por vos mismo implicaba pensar y alargar mucho el update. Vos sos el que escribe, haceme decir otra cosa.
-Dale.
-En realidad te estaba jodiendo cuando lo dije. No podía dejar pasar la expresión "tachero del tiempo". Sonaba lindo.
-Va bien.
-Y, sí. Igual voy a ser sólo eso: tu chofer. Porque si yo resuelvo todo no hay saga, y nos quedamos sin forma de despertarle las ganas de escribir a estos muchachos. Durante el Cotton algo se pusieron las pilas.
-Genial. Decime qué tengo que hacer allá en la otra dimensión.


Acá comenzó de vuelta con su tic de muñeco mueve-cabeza (aunque para uds. lectores virtuales programados en Pascal para leernos, el chabón NUNCA había parado de hacerlo)*.


-Primero tenés que llegar. Yo te puedo llevar, pero no es tan fácil como abrir la puerta del auto y que te lleven. Necesitás entrenamiento físico y experimentar algunos viajes... De otra índole... Una vez resuelta la etapa de preparación nos piramos a la dimensión donde Nestor no sólo se hace pasar por muerto sino que TODOS saben la verdad pero no pueden encontrarlo y está visto por la opinión pública como un GANADOR. El nivel de depravación e incoherencia de ese mundo tiene una relación matemática con el de nuestra realidad. Bajar un poco los niveles de ese mundo tiene, entonces, un efecto limpiador sobre las aberraciones del nuestro.
-Pará pará. Sos un chanta. Ta bien que yo quiero darle un electroshock al NDI pero me estás bolaceando banda. Primero, lo de "aberraciones" surge de construcciones sociales que (Yugular se está mordiendo la lengua con todo lo que podría haber fundamentado en este paréntesis y se la tiene que morfar porque el update lo escribo YO), y segundo que bien podríamos arreglar esta dimensión en lugar de otra que influye según una relación arbitraria inventada por mí para poder hacer el update.
-Ya fuee, massssomeno...



Massomeno

-Posta, se va a la mierda. Al menos podemos aplicar la Escuela Massomenista al tema de las construcciones sociales y blá blá. Pero ¿y la necesidad de irnos de viaje por el universo en lugar de arreglar el planeta que ya tenemos a mano?
-Tenés menos vuelo que una lombriz de tierra, pebete. Vamos a arreglar todo desde una dimensión donde vos tenés MUCHO poder. De ahí la necesidad del detector de elegidos. Hay una constante en cualquier dimensión. Ya lo postuló el Negro en alguna tira de Inodoro Pereyra: "Todo cuerpo sumergido en el poder más de un día se corrompe". Lo que vamos a hacer es usurpar la identidad del Petardo Maracaná corrupto y poderoso de otra dimensión, que vamos a llamar Cosmos2. Ahora estamos en Cosmos1 ¿se entiende? Y vos vas a obrar por mejorarlo. No se sabe qué tenés que hacer. Lo que sí tenemos es un objetivo en la mejora para Cosmos1. Vos vas a obrar sobre Cosmos2 lo suficiente como para que en Cosmos1 LEIVA y el CHINO GARCÉ se queden en Argentina. Eternamente...

 ------------------CONTINUARÁ------------------





Hasta acá llegó mi creatividad. Lamentable, pero sí. Hay óxido. Al que la siga se la dejo bien freestyle, sin opciones ni votación. Hagan lo que pinte pero siganlá. Cambio y fuera.




*Prometemos la corrección de algunos bugs en breve...

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