Hoy nos adentramos en las entrañas de Second Life, un juego online que está haciendo furor en los países desarrollados (EEUU, Europa, Uruguay, Japón, Purmamarca, etc.) y del cual se habla mucho por la libertas infinita que ofrece. Yo y el Capitán Yugular, quién no podría haberme dejado sólo en esta hazaña, nos pusimos las escafandras, nos hicimos una cuenta y nos pusimos a jugar, para encontrarnos con nuevos temas para nuestras ya recurrentes pesadillas. Para los que no lo saben,
Second Life es un juego online de descarga y juego gratuito. Su tema es simple: es un mundo donde se puede ser lo que quieras*, construido y poblado por sus habitantes. Hay una gran libertad deacción y creación, lo que, a la vez que resulta beneficioso para la contrucción de un mundo pulenta, deja a los usuarios más mentalmente dañados dar rienda suelta a sus fantasías mas oscuras.
No esperen reírse hoy de los comentarios escritos. Estoy muy impresionado con la enfermedad de este mundo como para componer dos palabras coherentes. Pero por el amor de Dios, las imágenes lo dicen todo. Apenas arribé a SL junto con el Capitán Yugular, con nuestros personajes virtuales (yo era "Zeberett Gaudio" y el Capitán era "Cthulhu Sicling") nos encontramos en una habitación mal diseñada con algunos objetos raros.
Esta foto es para que distingan quién es quién. Nótese que el Capitán Yugular está en una posición claramente sexual.
Así era el lugar en que magicamente caímos. Empezamos a explorar los alrededores y no pasó mucjo tiempo antes de que me picara el bichito de la curiosidad (ladilla) : "¿Para que servirían esas máquinas de la habitación?" preguntéme, y sin dudar que Second Life estaba alejado de la depravación, me monté en una de ellas.
Por si no se nota: Una máquina penetra analmente a mi personaje (con los pantalones puestos) mientras éste se retuerce haciendo muecas de dolor.
Mi expresión al ver tan triste espectáculo fue reír desaforadamente regocijándome en la enfermedad ajena. Luego le hice caso a la cara de mi personaje y lo bajé del que promete ser el nuevo producto de Sprayette. Yo y el Capitán creímos que los delirios sexuales de Second Life terminaban allí. JA.
En esta foto parece que lo disfrutara.
Luego de eso pasamos otras desventuras las cuales describiré rápidamente: Inexplicablemente nos afanamos dos autos último modelo, nos pusimos a insultar a la gente diciéndole cosas que le pondrían los pelos de punta a la Hermana Bernarda Virtual, fuimos baneados por molestos (el baneo consiste en hacerte volar a la velocidad del sonido y luego estrolarte muy lejos contra el suelo de una manera que ni siquiera Lady Di podría imitar), el Capitán se subió a un coche y atropelló gente mientras yo reía convulsivamente, recorrí medio mundo en una silla de ruedas, y otras locuras similares.
Después nos dirigimos a una ciudad en busca de trabajo. Verán, la economía de Second Life se basa en la fluctuación de una moneda conocida como Linden Dollar (L$). Al carecer yo y el Capitán de tal moneda, nuestras capacidades adquisitivas se veían limitadas a un Cepita. Así es que, montados en nuestros deportivos robados, yo con mi inconfundible buzo violeta, nos dirigimos a un pueblo cercano a buscar laburo.
¿Quién diría que cuando llegáramos lo primero con lo que nos encontraríamos sería un puticlub virtual? Nos encontramos con imágenes como éstas en plena ciudad:
CofcofPAJEROcofcof
Tuve que censurar y no encontré nada más apropiado para tapar esa parte del cuerpo que una foto de Pappo (piensenlón)
Así seguimos caminando por la ciudad llena de imágenes pornográficas colocadas por enfermitos. Eventualmente nos dimos cuentas de que la industria dominante era la pronografía y el sexo, por lo cual tuvimos que introducirnos en esa industria para ganar dinero... no, forros, no dejamos la cola por plata (mi personaje lo hizo gratis en el pasado, pero eso no cuenta porque fue accidental, no importa si le gustóNO LO LLAMEN HOMOSEXUAL, HIJOS DE PUTA) sino que el Capitán Yugular entabló conversación con el dueño de un "club" que, tras minutos de amable conversación, no dió trabajo de strippers.
¿Cómo? Go again.
FUIMOS EMPLEADOS DE STRIPPERS EN UN CLUB EN UNA CIUDAD LLENA DE AVISOS PORNOGRÁFICOS EN UN MUNDO VIRTUAL, POR LO TANTO, NO REAL, A CAMBIO DE DINERO VIRTUAL QUE NO NECESITAMOS PORQUE SI NOS PUDIMOS AFANAR UNOS COCHES SIGNIFICA QUE L PUTO MUNDO ES NUESTRO, CARAJO.
Primer plano de mi personaje (SEXY MOTHERFUCKER!). Atrás, el proxeneta que nos dió laburo en su club.
Y así concluyó un día de asedio sexual y horribles humillaciones para mí y el Capitán. Al fin del día, terminamos marcados como "Dancer" con un cartelito arriba de nuestros personajes y trabajando en un cabarulo.
No sé si he logrado mi objetivo: expresar que tan bizarro, depravado y carente de sentido es el mundo de Secon Life. Si no aprendieron nada del Update y tienen una conexión de Internet rápida, pueden intentar jugar el juego bajándolo de acá: http://secondlife.com/ .
Así concluimos por ahora. Tal vez volvamos a adentrarnos en la rareza de este mundo virtual, hecho por y para enfermitos. Por ahora, mejor me voy a descansar antes de que mis padres logren meterme en el manicomio. Gracias a Dios papá sabe que si se acerca mucho voy a activar los pinches del suelo y hacer que quede achurado al mejor estilo Prince of Persia.
Muera Second Life! Viva Perón!
*: La expresión "ser lo que quieras" no toma significado literal. Ni tampoco figurado. Es completamente incorrecta.
