sábado, 24 de noviembre de 2007

Lalo Pregunta: "Artistas caídos en desgracia"

Buenas tardes. Soy Lalo Rivarola, y esto es “Lalo Pregunta” el programa de entrevistas que te hace volar el peluquín.

Para los que no me recuerdan, trabajé en la radio presentando programas de excelente rating como “El Maravilloso Mundo del Bulón” en Radio Residencias todos los viernes a las cuatro de la mañana, y “Capaz Que Si Lo Mirás Así, El Genocidio No Fue Tan Malo” en Radio 10. Trabajé además como panelista en el programa de chimentos “Chismes, Rumores y Propaganda Subliminal Bolchevique NILATS” y como columnistas para los diarios “El Regional” de Purmamarca, “La Voz” de Mar Chiquita y “La Concha” de La Lora. Soy periodista, entrevistador, escritor, locutor, panelista y médico pediatra (Matrícula Médica AVH 345).

Hoy vamos a hablar con ellos: los que alguna vez fueron exitosos y ahora, olvidados por el mundo, subsisten apenas parapetados tras el tosco estante de un parripollo improvisado a un costado de las vías del tren. Hoy les doy a conocer mi entrevista a ellos: los artistas caídos en desgracia. Hoy contamos con la presencia de un músico de rock, un escultor, un escritor y un cineasta.


Bueno, chicos, cuentenmé un poco sobre el comienzo de sus carreras.

BILLY JEAN ARNOLD SERRIZUELA: Yo era guitarrista y vocalista de la banda de punk rock “El Bambieno Veira y Sus Pibes Padregrassiados”. Tuvimos mucho éxito, llegamos a tocar en la sociedad de fomento del barrio El Martillo durante el carnaval, recital que terminó en una guerra de bombuchas que dejó un saldo de 31 muertos y 12 fallecidos. Tené en cuenta que en esta época yo era adicto a cualquier cosa fumable y que una adicción lleva a otra. Son como bombones. Garoto.

JACQUES SELVERILLAC DANETTE: Yo hacía esculturas de los comediantes de Showmatch con miga de pan. A los dieciséis años vendí mi primer Larry de Clay por veinte patacones clase B, que después los quise cambiar en el banco y no me dejaron. (Prende un cigarrillo) Eran buenas épocas esas.

JORGE DANTE FOSCA: Mi carrera como escritor empezó a la tierna edad de 2 años, cuando escribí mi “Carta a Papá Noel”, una descarnada crítica de perspectiva social a las reformas de paulatina apertura al capitalismo del régimen comunista ruso de aquélla época. Más tarde intensificaría mi personalidad literaria con “Mi mamá me mima”, un ensayo sobre la apelación a los desordenes mentales para explicar sucesos dudosos en las obras literarias del siglo XIX, y “Me gustan las milanesas”, una extensa monografía sobre… bueno, milanesas.

DAMIÁN ANCHORENA DEL PINO: Mi primera película, “Charlas de Ascensor”, que fue realizada con un presupuesto de doce pesos y un churrasco, constaba de dos horas de filmaciones de, bueno, charlas de ascensor, con diálogos que normalmente no salían de escuetas alusiones al delicado estado mental del clima, cuando no se traban de silencios lisos y llanos. Aún así fue aclamada por la crítica especializada, lo que más tarde me valió el premio a “Mejor Director de Comercial de Fideos”, lo cual me resultó un tanto extraño.

Pero, ¿no rechazó el premio?

DAMIÁN ANCHORENA DEL PINO: Un premio es un premio, ya sea a “Mejor Director”, “Mejor Tributo a Pier” o “Mejor Cortada de Manzana en un Programa de Sofovich”, ¿no le parece? Además fue ese dinero el que me ayudó a salir adelante. Lo usé para arreglar el freno de mano, que se me había quedado trabado.

Volviendo al tema, ¿cuál dirían que fue su época de apogeo?

BILLY JEAN ARNOLD SERRIZUELA: (Reflexionando) A mi me parece que mi apogeo fue durante el lanzamiento de nuestro primer y único CD, "Amanecí en un container con un bulto tailandés en la nuca". Un tema de dicho CD, titulado “Callate y Chupá”, llegó al puesto trescientos cuarenta y uno en el Top 500 de las radios locales. Ese momento fue muy fuerte para mí, volvía con todo de mi quinta internación en una clínica para adicciones, donde pude ponerle fin al insano vicio de chupar focos y conocí los placeres de aspirar caspa con orégano.

JACQUES SELVERILLAC DANETTE: (Reflexionando) Después de mi retiro voluntario de cinco meses a la isla Martín García para lograr la perfecta armonía del ser, volví iluminado. Había lamparitas en oferta y no pude resistirme. El caso es que al regresar me encerré en mi taller durante más de tres años, saliendo solamente para comprar los víveres indispensables para la vida y asistir a los partidos de Al Ver Verás. Este esfuerzo tuvo como resultado la creación de una escultura tamaño real del Roña Castro hecha de arvejas, una verdadera obra de arte. Me la compró un turista japonés que estaba organizando el Museo Japonés del Roña Castro (allá le consagran templos y sacrifican vírgenes en su nombre) a doscientos setenta pesos y una tarjeta de bondi cargada con siete pesos.

JORGE DANTE FOSCA: (Flexionando) Disculpe, pero estos ejercicios me hacen bárbaro a la cadera.

DAMIÁN ANCHORENA DEL PINO: Mi era dorada fue, indudablemente, cuando filmé mi película de terror “Linyeras”, una película sobre cuatro jóvenes que recorren las calles de noche tratando de encontrar respuestas a preguntas tan antiguas como: “¿Son los linyeras reales?”, “¿Es cierto que roban niños?” , “¿Dónde están mis pantalones?” y “¿Es verdad que los linyeras son en realidad zombies-robots controlados por la CIA?”. Obviamente, los jóvenes encuentran respuesta afirmativa a todas las preguntas y se embarcan en una aventura llena de ropa sucia y discriminación de la alta sociedad.

JORGE DANTE FOSCA: (Deja de flexionar) ¿Me repite la pregunta?

No. Y cuéntenme, ahora sí, ¿a que se debió su decadencia? ¿Por qué fueron olvidados?

JORGE DANTE FOSCA: Considero que todos los males de mi vida son atribuibles a una pésima adaptación al cine de mi novela épica “Un Buen Tinto y Un Saque de Merca”, a la cual yo sólo accedí por que me ofrecieron mucho dinero. Esa película determinó la condenación por parte de la crítica a ese guión, que luego se extendió a toda mi obra. La verdad es que son todos putos, que querés que te diga.

BILLY JEAN ARNOLD SERRIZUELA: Las drogas separaron a nuestra banda. Cuando volví de la granja de rehabilitación militarizada “Enderezamos a Este Puto Falopero” y ya repuesto de mi adicción a meterme figuritas de Dragon Ball por el orto, me encontré con una banda dividida. Fuera de joda. Los pelotudos creyeron que sería gracioso hacer “La Noche de Drogas Pesadas y Motosierras”. Los tuve que juntar en bolsa de consorcio. Sin la banda, conocí nuevamente el fracaso y la desolación.

DAMIÁN ANCHORENA DEL PINO: No me cabe duda de que la causa de mi ruina fue la dirección de una película que sólo realicé porque no pude resistirme a la cantidad de plata que me ofrecieron. Si bien yo la dirigí con maestría, nada podía esperarse de un guión tan pobre; “Un Buen Tinto y Un Saque de Merca” es lo peor que he leído. Aún así la hice, y así me fui. La crítica me destruyó.

JORGE DANTE FOSCA: (Mirando con odio a Anchorena del Pino) Así que fuiste vos… (Saca un cuchillo de su mugrosa campera de linyera) ¡HIJO DE PUTA!

DAMIÁN ANCHORENA DEL PINO: (Desenvaina su cuchllo) ¡Bring it on, bitch! (salta sobre su adversario y se trenzan en brutal pelea).

JACQUES SELVERILLAC DANETTE: (Nervioso) Bueno, yo justo me iba porque está llegando la policía y me acordé de que tengo algo que hacer…

¿Algún problema con la policía?

JACQUES SELVERILLAC DANETTE: Ehhh… no. Si te dicen algo sobre una pala, una escopeta y setecientas prostitutas, es mentira. Suerte.

POLICÍA: Documentos, por favor.

BILLY JEAN ARNOLD SERRIZUELA: ¡RATI PUTO! (Lo baja de un cadenazo y le orina en la boca)

Ehh… bueno, ha sido… ehh… chau.


Y así dejamos a este alegre grupo de fracasados, golpeando y lacerando para sobrevivir en un mundo que les fue adverso, que no les permitió llegar a la cima. Esperemos algún día volver a encontrarlos, ya lejos de las prisiones o de las vías del tren, convertidos una vez más en triunfadores.

Esto fue ”Lalo Pregunta”. ¡La semana que viene, entrevistaremos a un hombre que sostiene la teoría de que, llegado el Apocalipsis, lo único que sobrevivirá serán las bolsas Ziploc!

2 comentarios:

  1. Pensé que tocarías el tema de algunos cantantes caídos en desgracia como Hector Lavoe, pero que, a diferencia de otros, no fue olvidado sino que siguió viviendo en su público.

    ResponderBorrar

Esta página sigue en Internet gracias y sólo gracias a la infinita misericordia de NUESTRO HOSTING: